Otaku Hen

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Y si... 10 - Caperuza

Posted: 10 Sep 2015 12:47 PM PDT

¡Una decena de entradas, ya! Esto se merece que principie esta décima a bocajarro... ¿eh, que no es una novedad? Cuánta maldad, podríais fingir y no mandarme tanta censura mental mientras leéis...

Mi interpretación de Cenicienta ha sido tan aplaudida entre mis amistades que he recibido una petición general de versionar todos los cuentos habidos y por haber y otra más particular de asumir el papel de la protagonista del archiconocido cuento infantil popular que todos nos sabemos al dedillo a no ser que carezcamos de infancia propiamente dicha.

No es exactamente algo que pueda etiquetarse como Situación Comprometida de Disney, dado que no hay película de la famosa compañía y si existe un corto yo no lo conozco, pero ¡qué más da! Es un cuento y lo agrupo en dicha categoría, que hay que ser ordenada.

¿Y si fueras Caperucita?
~Lara Rodríguez González, 
que lo que quiere es que me coma el lobo

Yukino - En primer lugar, he asumido el rol de Caperucita en numerosas ocasiones a lo largo de mis andanzas en este mi Otaku Hen con catastrófico resultado, ¡pero! esa es otra historia. Si nos centramos en la verdadera pequeñina... pues seguiría con el ejemplo asentado en Y si... 08 - Ceniza y me labraría una reputación de destructora de infancias, ruina de los cuentos, espejo del fin de la ingenuidad infantil.

Porque si bien respeto la imagen de la inocencia infantil que representa aquella que da nombre al relato, así como la enseñanza de no hablar con desconocidos que podrían ser secuestradores o pederastas, y no me quejo ni me quejaré nunca de eso de conversar con animalitos del bosque, que para algo es un cuento de hadas, hay algo que no me cuadra. Y es que...

Madre Incompetente - ¡Caperucita! ¿Qué haces que no estás vestida aún?

Y - [Imagen de la inocencia infantil] ¡Pero maaaami, deja de llamarme así, que ya nadie sabe cuál es mi nombre, que por no saberlo no lo sé ni yo!

MI - Nada, nada, calladita estás más guapa. [Arrodillándose] Anda y ponte la caperuza, que no he trabajado como una esclava ahí tejiéndotela, perdiendo mi juventud, para que no te la pongas.

Y - ¡Pero mami, que es verano, que me aso de calor!

MI - Para presumir hay que sufrir. [Anudándosela]

Y - ¡Pero si nadie me va a ver, mami!

MI - ¡Tu abuela te va a ver! ¿Te parece poco?

Y - La verdad es que sí. Tiene cataratas y eso.

MI - Mira, lo importante es que se te vea bien y punto, que para algo vas de rojo, para llamar la atención, y deja de discutirme ya que tienes a la abuela enferma y esperándote, egoísta, que eres una egoísta. ¿¡Y se puede saber qué le has metido a la caperuza en los bolsillos para que pese tanto?!

Lo básico, esencial, fundamental...

MI - ¡Oh, no, no, no, no! ¡Esto fuera, fuera pero ya! [Agarra una papelera]

Y - ¡Mamiii! Si voy sola, algo tendré que llevar para protegerme...

MI - ¡Ni mami ni gaitas! [Tirándolo todo sin miramientos ni preocupación alguna por los explosivos] ¡Ninguna hija mía llevará protección!

Y - Pero si me dijiste que no querías ser abuela...

MI - ¡Mi mi mi mi mi!

Y - [Qué dechado de madurez] Mami, no quiero ir...

MI - Lo que tú quieras no importa, hija.

Y - Pero mami, es que ir yo sola por el bosque... sin armamento...

MI - ¡Ya eres mayorcita, haz lo que se te dice!

Y - ¡Tengo ocho años!

MI - Anda y coge la cesta ya, que me traes solo disgustos.

Y - ¡Pero mami, las madres de mis amigas no las dejan ir solas ni al colegio!

MI - Las madres de tus amigas no tienen a una respondona malcriada por hija, ¡y ahora haz el favor de salir por esa puerta! [Abre esa puerta y empuja a la cría]

Y - ¡Pero...!

MI - ¡Un pero más y te agencias un sopapo! [Sonríe] Tú limítate a ir por el camino que mami te ha dicho y, sobre todo... [Asintiendo con la cabeza] NO hables con desconocidos.

Y - Mami, ¿estás usando la psicología inversa? =-=

Portazo

Y - Algo, ¡algo! me dice que soy una hija no deseada. [En lugar de lloriquear, echa a andar] Hasta ahí bien, soy una Caperucita corriente y moliente, inofensiva e indefensa, imagen de la dulzura. Sin embargo, en esta caracterización perfecta subyace un problema de raíz... que no tiene nada que ver con eso de ir a ver a una abuela automarginada de la sociedad que vive sola y enferma en lo profundo del bosque, cosa que se explicaría si fuera una bruja o una leprosa, no, sino ¡mi amor por los animales!

De hecho, cuando era muy pequeña, tanto que lo sé porque me lo han contado, mi señora madre (la de verdad, no esta inepta que envía a su hija a la muerte) me apodaba "la amansadora de perros". Cuando veía uno, aunque me ladrase, ahí que iba a por él. Y lo calmaba. En una ocasión, vi un perro grandote, grandote que me ladraba, abrí los brazos de par en par, solté "¡perrito!" y antes de que mi madre pudiera evitarlo (y también antes de que la asaltase el síncope) ya lo tenía abrazado... y en lugar de morderme o zafarse, se serenó y dejó abrazar. ¡Buen perro!

Dispongo de muchas más anécdotas sobre mis estupendamente cordiales encuentros con cánidos, pero quizá lo más importante que pueda añadir en semejante contexto, aquí rodeada de árboles de verdes hojas brillantes, sea... ¿sabéis que mi animal favorito es el lobo?

Lobo Feroz - [Que surge de entre los matojos] ¿Adónde vas, niña?

¿Quién teme al Lobo Feroz?

Y - ¡Qué cochita!

LF - ¡GUAF!

Y - [A achucharlo como si le fuera la vida en ello]

LF - [Se desgañita a gruñir]

Y - ¿Quién es un lobito bueno? ¿Quién es un lobito precioso? ¿Quiéeeen? [Rasca que te rasca la peluda panza] ¡Túuuu!

LF - [Le muerde el hombro]

Y - [La sangre se derrama, escurre, fluye de entre las fauces lobunas, manchando las encías del animal, dejando roja mácula en los ropajes infantiles, apenas un tono más en la caperuza. Ella sigue sonriente] ¿Qué? ¿Tengo buen sabor?

LF - [Se ha quedado clavado]

Y - [Continúa con la sonrisa de perturbada a la par que las yemas de los dedos se le limpian en el grisáceo pelaje, tiñiéndolo] ¡El poder del masoquismo!

LF - [Tirón, tirón, tirón]

Y - ¿Adónde va esta niña, a quien todo el mundo conoce como Caperucita? ¡A la panza del lobo, donde ni llueve ni hay lodo! Claro que todo depende de tu alimentación. Y también daré un rodeo por casa de la abuela, a quien mami también ha abandonado a su suerte, porque ya me dirás, enviar a esta chiquilla desvalida a...

LF - [Se zafa]

Y - [Cae para atrás]

LF - [¡Coooorre!]

Y - ¡Espera! ¡Todavía no te he dicho lo que llevo en la cesta! [Alza la susodicha] ¡Es una botella de vino y un pastel de moras! [La baja] ¿Pero sigues corriendo? ¡Vuelve, enemigo que huye sin puente de plata, vuelve! ¡Si yo te quiero! Y llamaré a la protectora para que te traiga conejos, ¡eres un animal en peligro! [Asoman unas lagrimillas] Lo dicho, si es que ni para Caperucirta sirvo. Me encuentro con un lobo parlante y ¿qué hago? Achucharlo hasta la muerte. No me puedo resistir.

Ni siquiera me ha embaucado para que me desvíe del camino, ni para que me distraiga con las flores. Claro que tampoco es que fuera a funcionar, lo que se dice funcionar. Con eso no te distraes de tus obligaciones mucho rato ni a estas edades, a no ser que tengas déficit de atención. Sabes que tienes déficit de atención cuando... ¡mira, un palo! ¡Puntiagudo!

Caperucita lo cogió,
la botella con él descorchó
por el bosque caminando se desangró
y de este modo que de moral se olvidó
a casa de la abuelita dando tumbos llegó

Y para nada borracha - ¡Agüeliiita! [...dijo la inocente criatura con voz armoniosa y pura, abriendo la puerta de una patada] ¡Tu niejta está en cacha!

LF disfrazado - Pasa, querida... y acércate.

Y - ¡No ejtoy borracha! [...exclamó bizqueando y dejando caer la botella vacía al suelo, que no se rompió, porque era de cristal bueno]

LF - Muy bien...

Y - ¿Te crej que si estufiera borragcha me habría percatao' de los huesos humanos que tienes ahí amontonaos en esa ejquina? ¡No!

LF - Tú acércate...

Y - ¿O quej me daría cuenfta de las orejas tan grandes que tienes?

LF - Son para oírte mejor, por desgracia.

Y - ¿O de los ofos tan enooormes que t'has puesto?

LF - Son para verte mejor, y es una pena.

Y - ¿O de que eres el lobo feroz dijfrazao?

LF - ¡Son para comerte...! Espera, repite eso último.

Y - Vamorrr, ej que ni borracha ni con ojcho años: por muy peluda que fuera la abuelita esto no hay quiej fe lo creaf, si me lo creo ej que soy tonfa.

LF - [Se rasga las vestiduras] ¡Pues bien o mal, de un bocado te voy a traga...! [Se lanza]

Y - Ejpera, pera, pera...

LF - Claro, por supuesto, voy a esperar a ver qué más tiene que decirme la comida, sí.

Y - Vamoj a aprovechar este bonito momento en el que te me has tirao encima derribando este cuerpecito de niña como el pedófilo que simboliza' para negociar. ¿A ti te parece que despué' de la carne dura de mi agüelita en su lecho de muerte te vas a sacia' con una cría con dos copichuelas de má'?

LF - ...

Y - Si me dejas vivir te dejaré satisfecho de verdad.

Y así fue como la inocente niña 
condujo al lobo feroz a su desprotegido y desatendido hogar

MI - No puede ser, ¿¡has vuelto?! [De sus dedos resbala una copa de cava, que se hace mil pedazos de un solo ¡chas!] ¡Aaaaaarrrrrgghhhh!

Y devoró a su madre

¡Y vivieron felices 
y comieron codornices!